Sabemos que estacionar en las calles de una ciudad moderna es una tarea algo ingrata. Primero que encontrar el lugar adecuado es muy difícil debido a la cantidad de vehículos en la calle. Segundo, que la tarea misma, y más, cuando se está sometido a la presión de los bocinazos de los que esperan detrás del pobre conductor que ha tenido la osadía de pretender estacionar, es bastante fastidiosa.
Hoy algunos vehículos modernos tienen un sistema automático llamado “ParkPilot” que los asiste para estacionar, lo que ha sido calurosamente recibido sobre todo por los conductores de género femenino, especialmente; el bendito e irresoluble problema de dejar el auto bien estacionado, para ellas, ha desaparecido usando estos autos, al parecer.
Afortunadamente ha llegado el ParkPilot y lo ha hecho para quedarse. Este sistema electrónico es un asistente de estacionamiento que indica la distancia con respecto a obstáculos situados delante o detrás del vehículo, pero que además realiza las maniobras de estacionamiento por su cuenta y riesgo. Dispone de una serie de radares laterales, traseros y delanteros que mediante tonos indican la proximidad y la posibilidad de estacionar.
En un primer momento, el conductor se para junto al lugar para estacionar y los radares miden la distancia libre entre dos autos e indican si es posible la maniobra. De ser así, el conductor se coloca en paralelo al auto delantero estacionado y pone en acción al sistema al colocar la marcha atrás; suelta el volante y automáticamente, éste es girado en la dirección adecuada para introducir al auto en el lugar para estacionar.
Un tono de advertencia intermitente indica al conductor la distancia entre su vehículo que va a estacionar y el obstáculo o vehículo de atrás. A medida que la distancia disminuye, va aumentando la frecuencia de los tonos.
Cuando ya se ha introducido la mitad del auto, el volante se gira solo en sentido contrario mientras el auto retrocede. La alerta empieza a señalizar cuando el vehículo está a 1,60 metros de un obstáculo. Cuando sólo quedan 20 centímetros de margen de maniobra, el sonido de advertencia se vuelve continuo. El sistema funciona por medio de sensores de ultrasonidos montados en los paragolpes trasero y delantero.
A medida que el auto entra en el lugar adecuado para estacionar, la alarma trasera comienza a avisar sobre la proximidad del vehículo trasero; cuando el sonido se vuelve continuo, es el momento de cambiar a primera marcha y entonces se reparte la distancia entre ambos vehículos que estaban estacionados, y ya está. Correctamente estacionado, a las distancias apropiadas, incluso a los 20 cm reglamentarios del cordón de la vereda.
Los sensores emiten y reciben impulsos de sonidos no audibles en la gama de 40.000 Hz (ciclos por segundo) a fin de detectar y medir las distancias del espacio libre. Cuando un impulso entra en contacto con un obstáculo, es reflejado y recibido; ese mínimo tiempo de respuesta es medido por el sistema, el que determina la distancia. El sensor registra el eco y a su vez, hace emitir una señal audible de tonos o “bips” para que el conductor sepa lo que está ocurriendo.
El sistema de evaluación electrónico es un módulo electrónico que posee (como todos los módulos electrónicos del auto) un microcontrolador o un microprocesador que calcula la distancia entre el obstáculo y el vehículo a partir del retardo de tiempo entre el impulso y el eco. De fábrica viene ya grabado en una memoria ROM los datos necesarios para que, por comparación, el “cerebro” del módulo de estacionamiento automático, o sea la unidad ParkPilot pueda hacer los cálculos necesarios en forma instantánea. El sistema posterior se activa automáticamente al introducir la marcha atrás, pero para desplazar el auto hacia adelante se debe operar el cambio correspondiente.
Da un poco de impresión observar cómo el volante es girado automáticamente por el ParkPilot dado que el conductor ha cedido el control del vehículo, pero al poco tiempo, aquel se acostumbra a confiar en el sistema, que en todo momento mide tanto las distancias frontal y posterior, como lateral. Y además, ya no tienes que revisar los rayones cuando le entregas las llaves del auto a tu mujer, en mi experiencia, al menos…
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